No hay nada más pesado en la balanza del creyente en el Día del Juicio que los buenos modales, y ciertamente que Al-lah odia lo obsceno, lo abominable
«ما من شيء في الميزان أثْقَلُ مِنْ حُسْنِ الْخُلُقِ. وإن الله يُبْغِض الفاحش البَذِيء». (الترمذي)